Las posibles consecuencias para Rafa Mir por su presunto delito de agresión sexual: de un despido a una pena de 12 años de prisión
El futbolista del Valencia Rafa Mir quedó este miércoles en libertad provisional con cargos tras comparecer en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 8 de Llíria (Valencia) por un presunto delito de «agresión sexual con acceso carnal». Su primera comparecencia tan solo ha supuesto el inicio del un largo proceso judicial en el que pone en duda su recorrido profesional y, tal y como tipifica el Código Penal, podría culminar con una condena de hasta 12 años de prisión.
Después de los hechos ocurridos en la pasada madrugada del domingo al lunes con dos jóvenes de 25 y 21 años y las dos noches que el futbolista y su amigo también implicado, Pablo Jara, han pasado en el calabozo de la Guardia Civil, la primera fase del caso quedo resuelta este miércoles con la primera decisión de la jueza encargada del caso: libertad provisional para los dos denunciados con medidas cautelares.
En el caso de Mir, actualmente jugador che cedido por el Sevilla, la titular del Juzgado de Instrucción número 8 estableció dentro de esa serie de medidas la obligación de que el jugador murciano acuda a firmar semanalmente a sede judicial y la prohibición de abandonar España (de lo que se cercioró con la retirada del pasaporte).
Por su parte, Jara está investigado por un delito de agresión sexual sin acceso carnal y otro de lesiones. Igualmente, tiene también una orden de alejamiento de 500 metros, la prohibición de contactar con las denunciantes y debe acudir a firmar los días 1 y 15 de cada mes, aunque podrá hacerlo en sede judicial en Murcia, donde reside.
«El partido acaba de empezar», aseguró el abogado de Rafa Mir a la salida de los juzgados en referencia al largo proceso inaugurado este miércoles. Y así es, pues a partir de ahora comienza un nuevo caso judicial que podría alargarse durante meses y resultar en una larga condena para Mir.
Según fuentes judiciales, el delito investigado de «agresión sexual con acceso carnal» está tipificado en el artículo 179 del Código Penal, que versa así al respecto: «Cuando la agresión sexual consista –dice el Código Penal– en acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o introducción de miembros corporales u objetos por alguna de las dos primeras vías, el responsable será castigado como reo de violación con la pena de prisión de cuatro a doce años. Si la agresión a la que se refiere el apartado anterior se cometiere empleando violencia o intimidación o cuando la víctima tuviera anulada por cualquier causa su voluntad, se impondrá la pena de prisión de seis a doce años».
Es decir, si se prueba el delito de Rafa Mir, el futbolista y su compañero —también investigado por un delito de lesiones— podrían recibir una condena de entre cuatro y doce años, aunque las primeras consecuencias podrían llegar antes para el jugador.
La decisión, en manos del Valencia
Tal y como se ha dado en casos anteriores, sirviendo como precedente reciente el caso de Dani Alves, las posibilidades de que los clubes a los que pertenece el jugador tomen medidas drásticas. Mir pertenece al Sevilla, aunque ahora forma parte del Valencia en calidad de cedido, por lo que sería el club che el responsable de las primeras medidas a tomar.
En el caso de Dani Alves, su club, el Pumas mexicano, lo apartó de manera inmediata una vez se conoció el caso, medida similar que podría tomar ahora el Valencia. Eso sí, los mayores problemas serían para el Sevilla, club en propiedad de un jugador que podría ser rescindido por el club che con base en una presunta ‘cláusula de desvinculación en caso de delito grave’. Mir, de ser despedido de Valencia, volvería a la capital andaluza y allí el club hispalense debería decidir sobre su futuro.
